Pillaje
Esta mañana he vivido una experiencia novedosa para mí.
Salía de un comercio y he visto que varias personas se arracimaban alrededor de un contenedor de papel para reciclar. Enseguida he comprendido la razón: en el suelo había varias cajas de cartón abiertas y con un contenido sorprendente: decenas de libros en buen estado de conservación. ¿Quién habrá podido desprenderse de su biblioteca con tanto desapego?
Al principio he sentido un cierto pudor, pero lo he vencido enseguida y he participado con los demás viandantes en el expurgo de tal tesoro, del que he obtenido cuatro libros de arte en muy buen estado.
Y durante un momento me he sentido como esos habitantes de zonas costeras que, en siglos pasados, se lucraban de los restos de algún naufragio arrastrados por la marea.
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