Despedidas
Este año está siendo pródigo en despedidas. Y aunque fueran muertes anunciadas por la avanzada edad de sus protagonistas, no por ello duelen menos.
Hace unos meses fue mi querido Miguel Delibes, autor con el que descubrí en mi adolescencia el placer de leer.
Hoy ha sido José Saramago, que ha fallecido hace solo unas horas, dejando vacío un espacio de crítica cultural y humanística que será difícil, si no imposible, recuperar.
Descansen ambos en paz.
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