«Sirenas»
Escucho una sirena al otro lado de la ventana. Parece una ambulancia. Sentado en mi oficina, atareado en la monotonía de mis papeles y carpetas, estoy oyendo el sonido de la desgracia de otra persona, alguien que quizá pelee por su vida dentro de ese vehículo camino de un hospital. ¿Llegará a tiempo?, ¿conseguirá recibir la ayuda imprescindible antes de que sea demasiado tarde? Nunca lo sabré.
Suena el teléfono: es mi mujer, que de repente, no sabe por qué, ha sentido la necesidad de preguntarme si yo estoy bien.
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